En algunas ocasiones existe una creencia extendida en la sociedad con respecto a la profesión liberal de consultoría y/o facilitación relativa a que: sus advertencias y sus indicaciones son gratuitas, que deben dominar cualquier asunto sobre el que se les pregunta sin necesidad de un estudio e investigación previo y que cualquier lugar , sea en mitad de un paseo con la familia, en un parque, haciendo deporte, a la recogida del colegio de los hij@s… es un lugar apropiado para abordarle con casuísticas personales.
Y no digo que nosotr@s los consultores seamos en parte culpables de haber fomentado estas creencias, entendiendo equivocadamente que al no cobrar la primera, o si esta es muy genérica .. ayudemos al cliente en su toma de decisión por si valorara iniciar un programa de entrenamiento de habilidades personalizado con nosotros o acuda a una formación que en breve este programada.
Esto es un error, much@s de los compañer@s de profesión coincidimos en que son muchas más las veces que los clientes, … después de realizar una consulta gratuita no vuelven, que las que vuelven. Y esto sucede porque al no cobrar nuestro trabajo, en vez de transmitirle al cliente lo buenos profesionales que somos y la buena voluntad hacia ayudarles .. lo que realmente estamos transmitiendo es :
+ Que tenemos mucho tiempo libre
+ Que no tenemos muchos clientes
+ Que no valoramos en su medida nuestro tiempo
+ … Y lo peor de todo, que no valoramos nuestro trabajo.
Así que tod@s deberíamos plantearnos que cuando atendemos a un cliente en nuestro lugar de trabajo le estamos ofreciendo:
+ Nuestro valioso tiempo
+ Nuestro despacho, que no es otra cosa que una parte de nosotr@s mism@s y que genera unos gastos al mes .. luz, internet, alquiler..
+ Nuestros conocimientos y capacidad.. detrás de una consulta por sencilla que parezca .. se ocultan horas de estudio y especialización.
+ Nuestra empatía y #miradaentrenada
Por lo tanto, es nuestra obligación cobrar por nuestro trabajo, sólo si nosotr@s lo valoramos lo valoraran los demás. Obtendremos unos ingresos que nos permitirán seguir manteniendo “la persiana abierta” compensando nuestros gastos fijos. Y desde luego optimizaremos el uso de nuestro tiempo que es el bien más valioso que tenemos .. porque el que perdemos no lo recuperaremos jamás.
Ahora estimado consultor/facilitador u otra profesión libre que también se identifique con el problema, piensa cuantas veces esa simple consulta gratuita ya le ha solucionado el posible problema al cliente.
Los consultores cobramos por lo que sabemos, no por lo que hacemos, y estudiar no sale gratis .. y toda la cantidad de libros que he ido recopilando a lo largo de los años nadie me los ha regalado .. sin sacar la calculadora de la cantidad de horas invertidas en asimilarlos..
Así que lo justo y razonable para tod@s sería recibir algo a cambio, ¿Qué opinas tu?
